Cómo probar el rendimiento de un ordenador

Habrá quien sepa desenvolverse con soltura entre los datos de la ficha de especificaciones técnicas de un ordenador, y entre cada cifra relacionada con sus componentes de hardware. Pero para quien no está tan familiarizado con esto, hay formas muy sencillas de probar el rendimiento de un ordenador. Es decir, de medir de una forma objetiva sus prestaciones, a prácticamente cualquier nivel. Para eso, exactamente, están diseñados los programas tipo benchmark, populares especialmente entre los teléfonos inteligentes.

Existen decenas de apps tipo benchmark diseñadas para analizar las prestaciones de un ordenador, pero las que nos ocupan en esta ocasión, de Futuremark, son gratuitas –con algunas limitaciones-. Y dos, concretamente, están planteadas para analizar el rendimiento global –PCMark- y el rendimiento de la tarjeta gráfica -3DMark-. Por lo tanto, la primera de ellas nos resultará especialmente útil al grueso de los usuarios con cualquier tipo de perfil, para cuestiones de consumo de multimedia, ofimática y similares; y la segunda de estas dos está especialmente planteada para los que son creadores de contenido multimedia, o sencillamente para el perfil ‘gamer’.

Así puedes comprobar el rendimiento de tu ordenador

Como adelantábamos, 3DMark está diseñado para analizar la tarjeta gráfica. El programa ejecuta una serie de pruebas en las que se analiza cómo este componente de hardware se comporta en las máximas exigencias, y devuelve una valoración en base a la puntuación ofrecida, también, para otros usuarios con tarjetas gráficas diferentes. De esta manera se puede valorar, por otro lado, por qué tarjeta gráfica decidirnos si estamos planteándonos una mejora. Eso sí, para los que quieran analizar el rendimiento con contenidos en 4K, por ejemplo, la opción gratuita no es válida.

Y PCMark, sin embargo, está planteado para analizar el rendimiento global de un ordenador. Componentes como la CPU y memoria RAM, así como los discos duros, son los que se ponen a prueba en esta segunda app tipo benchmark. Se analiza el comportamiento del hardware en usos dedicados a la ofimática o consumo de contenidos multimedia, y en definitiva en tareas habituales para diferentes perfiles de uso estándar. Tanto una como la otra herramienta son ideales para conocer qué componentes de hardware podríamos plantearnos mejorar, si buscamos mayor rendimiento en el ordenador.

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