domingo, 24 de julio de 2016

Hackers también pueden violar la privacidad a través de electrodomésticos


La conectividad en la actualidad se ha vuelto parte de la cotidianidad de las personas. Es común poder programar y manejar todo desde la comodidad y rapidez del celular. Estos sistemas se llaman IoT (internet of things o internet de las cosas).
Sin embargo, dispositivos que se pueden manejar electrónicamente como luces, cortinas, carros, sistemas de vigilancia y limpieza, monitores cardíacos, anteojos, relojes, cerraduras, termostatos, lavadoras, neveras y aspiradoras, pueden ser la puerta para que los hackers ingresen a su información personal.
Estos sistemas son especialmente vulnerables ya que prometen estar “siempre conectados” pero, según el reporte de predicción de amenazas de McAfee, son elaborados con presupuestos muy ajustados y no cuentan con suficiente tiempo para desarrollar un sistema seguro.
La falta de tiempo y presupuesto se refleja también en la falta de interoperabilidad, es decir que los estándares de conectividad y comunicación son muy básicos.
Victor Medina, Manager de McAfee México y Centroamérica, en una entrevista concedida aDinero explicó que los dispositivos IoT antes eran inimaginables, hoy en día son una realidad y las cosas cada vez están más conectadas a internet, “dejó de ser una tendencia para convertirse en una realidad”.
Estos dispositivos IoT, según Medina, “hacen la vida más fácil, pero existen muchos riegos ya que no fueron creados con un elemento prioritario de seguridad”.
Riesgos como la confidencialidad de la información, la validación del usuario administrador del dispositivo y los accesos no autorizados, en ocasiones son pasados por alto y pueden poner en riesgo la información de los dispositivos.
Hasta ahora han habido ataques serios al sector automotriz y médico que además son muy difíciles de controlar.
Los delitos cibernéticos le cuestan a la economía global más de US$445.000 millones anuales y se están convirtiendo en grupos sumamente organizados y sofisticados.
Según McAfee Labs, el número de dispositivos IoT crecerá de 15.000 millones en 2015 a 200.000 millones para el 2019.
¿Qué hacer para evitar que le suceda esto?
Antes de comprar el dispositivo es importarte buscar las referencias de seguridad, la capacidad y las funcionalidades que tiene, o los problemas que ha tenido la compañía respecto a seguridad. Igualmente, es recomendable no irse por la opción más barata ya que si este tiene un precio muy bajo, es posible que tenga funcionalidades recortadas.
Una vez comprado, hay que sacar provecho de las medidas de seguridad con las que cuenta el dispositivo, es decir utilizar contraseñas seguras y no dejar una contraseña estándar.
También es importante mantener actualizado el software de los dispositivos, ya que las compañías actualizan para añadir funcionalidades o cubrir brechas de seguridad.
Por último, tener cuidado con lo que se comparte y con los comportamientos fuera de lo común, si se observa un patrón anormal, es importante revisar que la información no haya sido vulnerada.
Fuente: dinero
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